Tipos de Planos


En la siguiente presentación se exponen los diferentes tipos de planos en el Sistema Diédrico:

ESTEREOTIPOS



                En el dibujo infantil aparecen más tarde o más temprano lo que se denomina estereotipos gráficos, que son aquellas imágenes que el niño repite para representar objetos familiares de forma sencilla. En muchos casos, estos dibujos estereotípicos se mantienen en la forma de dibujar hasta edades muy avanzadas, incluso en adultos.
                Se han escogido estos dibujos para ilustrar esta entrada porque son muy representativos. Se identifican elementos estereotipados como las montañas, los árboles, los pájaros, las casas,... Se percibe claramente que los autores se saben de memoria como se dibujan estos elementos y los hacen, a su manera, perfectos. Otra característica es la repetición "mecánica" sin recurrir a variaciones o diferenciaciones de elementos o parte de los esquemas. Por ejemplo, las montañas, los árboles o las ventanas todas iguales entre sí.
                Es interesante plantearse de dónde provienen estos estereotipos, muchas veces son los adultos los que, consciente o inconscientemente, imponen esos esquemas cuando muestran al niño la forma de hacer una casa, una cara o un árbol, por ejemplo. Otras veces los aprenden de los compañeros y del contexto escolar.
                En numerosas ocasiones caemos en el error de querer ayudar al niño "enseñándole a dibujar" y no nos damos cuenta del “peligro” que esto conlleva. No estamos estimulando su creatividad, ya que se limita a repetir un esquema aprendido y no utiliza su imaginación.
                Por otro lado, además de carecer de valor expresivo, la copia de modelos y reproducción de estereotipos limita el pleno desarrollo de la personalidad e individualidad. El niño al copiar solo reproduce expresiones ajenas y somete su pensamiento al de otra persona (la que le da el modelo) privándolo de expresar sus propias interpretaciones de la realidad. Por ello es importante que no presentemos modelos para copiar, sino que tenemos que motivar al niño para que él mismo cree sus propias expresiones.
                El niño en sus dibujos cuenta lo que siente y cómo ve el mundo que le rodea, que difiere mucho de lo que los adultos vemos y sentimos. Por eso, no debemos juzgar o corregir el dibujo de un niño basándonos en su nuestra propia captación visual de la realidad: "La infancia tiene su propia manera de ver, pensar, y sentir, y nada hay más insensato que intentar sustituirlas por las nuestras" (Rousseau).
                Por todo lo anterior, los adultos, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para fomentar la creatividad y expresividad de los niños a través de sus dibujos:
-No imponer esquemas a los niños, diciendo por ejemplo: así se dibujan las casas o así se dibuja una cara, haciendo nosotros el dibujo para que los niños lo copien (es preferible un dibujo personal "imperfecto" que un dibujo "perfecto" copiado de un modelo). Esto no implica que no se pueda ayudar a un niño que en un momento puntual nos pregunte cómo se dibuja algo sugiriendo o proporcionando alguna ayuda.
-Animar y motivar a los niños a que hagan sus propias representaciones y valorar de forma positiva sus resultados.
-Nunca debe ponerse de ejemplo el dibujo de otro niño, ni compararlo con el de otro, pues cada uno tiene su experiencia personal y su forma de expresarla.
-Debemos evitar que un niño copie, si lo hace reproduce expresiones ajenas y somete su pensamiento al de otra persona, haciéndose inseguro y limitándose en su capacidad  de crear.
-Lo que sí tenemos que enseñar son diferentes técnicas plásticas para que el niño aprenda a utilizarlas correctamente y poder aplicarlas libremente en sus expresiones plásticas.
-Sugerir temas que tengan que ver con la experiencia directa del niño y sus vivencias, que reflejen situaciones vividas. No es lo mismo decir "dibuja una casa" que dibuja "TU CASA".
-Cuidar el entorno visual del niño procurando que sea rico, variado y sin estereotipos. Por ejemplo, para la habitación de un niño debemos seleccionar imágenes estimulantes para su creatividad, de calidad estética y artística.


Blogs de consulta:

Homología

FIG. 1

                Dos figuras planas homólogas (FIG. 1) son secciones de una misma radiación o proyección de rayos por dos planos. En ellas, los puntos homólogos están alineados con un punto fijo O, vértice del haz, y las rectas homólogas se cortan siempre en puntos de una misma recta e, intersección de los planos que contienen a las dos figuras.

                El punto O y la recta e se llaman centro y eje de la homología, respectivamente. Todos los puntos del eje son dobles, es decir, el eje es el lugar geométrico de los puntos que son homólogos de sí mismos.

FIG. 2
                Las rectas límite (RL y RL’) son aquellas rectas formadas por puntos que no tienen homólogos (puntos impropios. Una recta límite se define como el lugar geométrico de los puntos cuyos homólogos están en el infinito.

                Así pues, en una homología entre dos figuras planas (FIG. 2) habrá un eje, una recta constituida por puntos dobles y un haz de rectas dobles que pasan por dos puntos dobles: uno, el vértice del haz, centro de la homología; y otro, sus intersecciones con el eje.

Entonces una homología quedará definida si se conocen:

- El centro, el eje y un par de puntos homólogos.
- El centro, el eje y un par de rectas homólogas.
- Dos figuras homólogas, pues las rectas que unen sus vértices homólogos definirán el centro, y los puntos en que se cortan los lados homólogos, el eje.
- El centro y las dos rectas límite.
- El centro, una recta límite y dos puntos homólogos.
- El centro, el eje y una recta límite.

FIG. 3
                Para poder representar dos figuras homologas sobre el papel tenemos que realizar un abatimiento de planos (FIG. 3). Los elementos de una homología y el abatimiento de planos se muestran en la siguiente presentación:


Órdenes Clásicos


Buscando en el baúl de los recuerdos encontré unos viejos apuntes. Al releerlos me parecieron más interesantes aún que en su momento. Además por el valor de los dibujos, que en su día me costaron su trabajo, quiero compartirlos e intentar despertar el interés por la Arquitectura clásica y el dibujo. Espero que os gusten.

Me gustaría que después de ver y conocer algo más sobre la Arquitectura Clásica pudierais ver más allá de las simples formas y materiales: siempre hay algo detrás de lo que vemos. En lo sucesivo, seguiré publicando nuevas entradas sobre arquitectura.





Sobre los espacios


      Todos tenemos alguna planta en casa: natural o artificial, con flores o sin ellas, grande o pequeña, ... Pero a nosotros lo que nos preocupa aquí es la planta de nuestro edificio, de nuestra casa o de nuestra habitación. Es muy importante entender la relación que existe entre un espacio -donde vives, donde estudias, etc- y la forma que tiene. No es lo mismo una habitación cuadrada que una rectangular, tampoco es lo mismo un pasillo largo y estrecho que uno corto y amplio.

        En la siguiente presentación explico de una forma visual e intuitiva estas relaciones entre forma-espacio y como se representan los espacios en planta. En definitiva, como se representa un espacio tridimensional sobre un plano que es bidimensional.

Color y Guerra

Batalla de Magenta - Carlo Bossoli
               
            A mediados del siglo XIX, Italia estaba envuelta en múltiples enfrentamientos bélicos que la llevarían a la unificación del país, tal y como lo conocemos actualmente.

                En el año 1859, el ejército austriaco dominaba la región norte de Italia cuando Napoleón III decidió intervenir en la contienda echando una mano a los italianos para recuperar sus regiones ocupadas. La unión de los ejércitos de ambos bandos creó un frente italo-francés capaz de arrebatar el terreno conquistado por los austriacos.

                El 4 de junio de 1859 se libró la Batalla de Magenta, una batalla decisiva para los intereses austriacos, los cuales tenían dominio sobre Lombardía y un gran interés en seguir anexionando regiones dentro de la península italiana. El ejército francés derrotó a los invasores austriacos y antes de que se repusieran, Napoleón III marchó sobre lo que quedaba del ejército austriaco y apenas 20 días después, volvieron a enfrentarse en el pueblo de Solferino (que significa Sol feroz) y les propinó la derrota decisiva.

Henri Dunant
               Fue tan sangrienta la Batalla de Solferino que después de ser testigo del horror allí vivido, el suizo Henri Dunant, impactado por esa carnicería, creyó necesario que existiera una organización de asistencia a los heridos y fundó la Cruz Roja Internacional.

                Mientras la sangre teñía de rojo los campos italianos, en Francia los químicos lograban teñir telas por primera vez con colorantes artificiales. Fue un gran progreso pues los pigmentos artificiales sustituyeron a los naturales que en aquella época eran bastante caros y en algunos casos difíciles de conseguir. Las cochinillas de nopal, unos pequeños insectos, se pusieron muy contentas con tal avance pues fueron las que durante muchos años fueron literalmente hechas polvo para convertirlas en un pigmento que daba a telas y sedas un color rojizo.
                Eufóricos por el descubrimiento y también por las batallas recién ganadas, los franceses decidieron dedicar el nombre de dos colores a la memoria de las hazañas de su heroico ejército. Nacieron así, de la misma circunstancia, los nombres de los colores  magenta y solferino. Estos colores no corrieron la misma suerte: el solferino está prácticamente olvidado, mientras que el magenta es un color básico en los sistemas de impresión modernos.